Estamos en tiempos donde el culto a la
imagen y el cuerpo parece ser la clave para el éxito personal.
La vigorexia se caracteriza por un culto
obsesivo del cuerpo y la musculatura, muchos de los hombres que la padecen
pasan largas horas en el gimnasio intentando aumentar su masa muscular.
Según los datos de el grupo del psiquiatra Harrison Pope del Hospital McLean de Estados Unidos, un
millón de hombres entre 18-25 años podrían estar afectados por un desorden
emocional que les impide verse como en realidad son. La vigorexia puede evolucionar
a un cuadro obsesivo-convulsivo que hace que los afectados se sientan
fracasados, abandonen todas sus actividades sociales y laborales para entrenar
sin descanso; buscando la ayuda de productos dietarios y planes alimenticios
ricos en proteínas.